El mármol que se hunde bajo los pies
La no presencia dentro de la presencia
La vida dentro la muerte
Ni vida, ni muerte realmente
La lava que cae dentro mi pecho
El ardor que sigue dentro mis entrañas
La vida que sigue viviendo
Gracias por todos a ti que estabas sin estar
Escribimos estas dos líneas porque creemos que los
maestros tienen que enseñar y no que por ser maestro son conocedores de la sabiduría
absoluta. Sino que son falibles, al igual que las demás personas. Y no por esto
se tienen que creer poseedores de la piedra filosofal. Siempre hay que estar
dispuesto a ser alumno también y querer aprender.
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